Los “tengo que” duelen en la zona cervical
Los “tengo que” duelen en la zona cervical
La zona cervical se relaciona con el aspecto mental; una persona anclada en el control y el exceso de haceres u obligaciones autoimpuestas, tiene mayor probabilidad de sufrir contracturas cervicales.
El pensamiento "tengo que" activa la musculatura de la zona alta del cuerpo para actuar. Si la contracción muscular es constante, se produce un colapso de información que deriva en dolor o lesión.
Es frecuente atribuir a la cervicalgia una posición inadecuada; ante el ordenador, por la almohada, etc. Sin embargo requiere una visión integrativa para comprenderla.
Cuando el control se convierte en un hábito, tomar consciencia de este rol es laborioso. El dolor es una señal de alarma que invita a realizar un cambio personal.